INGREDIENTES:
- Kale fresco o col crespa (6-7 hojas)
- Ajo en polvo
- Pimienta molida
- Sal de hierbas (si no tienes puede ser otro tipo de sal)
- Aceite de oliva extra virgen
PREPARACIÓN:
Primera lavamos y secamos el kale. Después vamos cortando con los dedos cachitos pequeños por la parte de los bordes (la más rizada) y desechando el tallo.
Colocamos el kale cortado en un bowl y añadimos un buen chorro de aceite de oliva. y mezclamos bien con las manos, que todo quede impregnado.
Después añadimos ajo en polvo, más o menos una cucharadita (aunque va al gusto) y también el ajo y la sal. Removemos de nuevo con las manos para que todo se mezcle y queden bien repartidos los sabores.
En una bandeja de horno colocamos papel de cocina o una lámina para horno y colocamos sobre ella el kale. Intentamos dejar las hojas lo más esparcidas posible para que se hagan por igual.
Metemos en el horno precalentado a 180ºC y dejamos que se hagan entre 7 y 10 minutos.
Una vez listos, puedes comerlos un poco templados o fríos, también para acompañar otros platos como por ejemplo las cremas de verduras, así le damos un toque crujiente.